Hoy, 6 de febrero, nos hemos concentrado en las puertas de San Mamés con motivo de la Jornada de empleo y presentación de empresas organizada por la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV/EHU. La razón de dicha protesta es que, en esta actividad en la que se muestra al alumnado posibles salidas profesionales, se encuentran varias empresas con actividades en la industria armamentística.
En la presente jornada, alumnas/os y graduadas/os tendrán la oportunidad de entablar contacto con algunas empresas con actividades relacionadas con el desarrollo armamentístico, tales como Sener o ITP. De esta forma, se intenta normalizar el trabajar y tener colaboraciones con empresas participes de forma directa o no tan directa en la destrucción de otros pueblos. Frente a esto, queremos manifestar que, bajo la excusa del trabajo, de la investigación o del desarrollo, no todo es legítimo. Desde la dirección de la UPV/EHU son frecuentes las menciones a los valores, la ética, la responsabilidad social, el respeto… pero, al parecer, no supone mayor problema tomar parte en actividades que tienen como consecuencia la muerte y destrucción a miles de kilómetros de aquí, canalizando una parte del conocimiento desarrollado en la universidad pública hacia las mismas.
Este tipo de eventos no son nuevos, como tampoco lo son las colaboraciones con la industria armamentística y el militarismo por parte de la UPV/EHU y, especialmente, por parte de la Escuela de Ingeniería de Bilbao. Estos últimos años la UPV/EHU ha organizado algunos seminarios con el Ministerio de Defensa1, ha participado en la regata para realzar la figura de Elcano mediante la presencia del velero El Saltillo junto a un buque de la Armada2, es parte de la Plataforma Tecnológica Aeroespacial Española junto a diversas entidades del Ministerio de Defensa y la industria armamentística3, y tiene acuerdos y colaboraciones con diversas empresas con participación en la industria armamentística para la investigación y para la realización de prácticas por parte del alumnado.
En este sentido, la postura de la dirección es hipócrita, negando unas relaciones que están en algunos casos documentadas y disponibles (en cualquier caso, la mayoría de contratos y colaboraciones no son de acceso público; de serlo, la lista sería más extensa), argumentando que están dentro de la legalidad o que no están dirigidas a actividades bélicas. Por poner un ejemplo, en la sesión del Claustro universitario de noviembre de 2019 se formuló una pregunta en relación a la política de investigación e innovación y las practicas responsables enunciadas por el equipo de gobierno, inquiriendo si dichas prácticas responsables incluyen no colaborar con empresas y entidades relacionadas con la industria armamentística. La respuesta fue negar la mayor, indicando que, hasta el momento, no se ha considerado necesario adoptar ese tipo de medidas porque no se han realizado colaboraciones entre la UPV/EHU y otras entidades que tengan relación con la industria armamentística. Pero la negación no puede ocultar la realidad.
Por todo ello nos hemos concentrado hoy aquí, para decir que no son bienvenidas las empresas que se enriquecen sobre la destrucción de otros pueblos y la muerte de personas, para pedir que la dirección de la UPV/EHU deje de mirar a otro lado y/o justificar dichas colaboraciones, y para exigir que suspenda las relaciones con empresas y entidades ligadas al militarismo y la industria armamentística.
Que el lema de la UPV/EHU no sea “Gerra eman eta zabal zazu”.
Plataforma “UPV/EHU, moztu kolaborazioa”