Ahora que cerramos el XXIII Seminario de Cooperación, Desarrollo y Tecnologías para la Transición Ecosocial, echamos la vista atrás recordando una de las sesiones que nos sirvió para ir calentando motores. De la mano de Cony Carranza (educadora popular, de fuertes convicciones feministas antirracistas), pudimos disfrutar de un espacio de reflexión junto al resto de facilitadoras y facilitadores de esta edición del Seminario.
¿Bajo qué prácticas pedagógicas nos acercamos al estudiantado? ¿De qué manera queremos construir relaciones con la gente que asiste a nuestras formaciones? ¿Cómo encontrar el equilibrio entre la construcción colectiva de conocimiento y las expectativas de un estudiantado que quiere escuchar nuestras reflexiones y experiencias? Sabíamos que buena parte de estas preguntas estaban flotando en el campo grupal de las personas que se suelen encargar de las sesiones del Seminario y queríamos abrir un espacio para poder dialogar sobre estos temas de la mano de alguien con experiencia en este ámbito.
Durante las dos horas que compartimos, Cony nos invitó a ejercitar el arte de escuchar y aprender, hacerlo desde el enorme compromiso que supone estar abiertas a sentir, a vivir. A veces es difícil que la otra persona acepte que sí sabe, sobre todo cuando todo un engranaje del sistema se ha encargado de definir quiénes son las que saben y quiénes son las que no. A veces es difícil abandonar el rol de “expertas”, y ceder a las tentaciones de juzgar al resto o abandonar la inercia de corregir lo que las otras aportan.
En ese espacio de confianza comienzan a surgir experiencias que cada una ha podido vivir desde su “ser facilitadora o facilitador”. ¿Cómo intervenir cuando se escucha algún comentario que roza lo que desde nuestros valores es algo inaceptable? ¿Y si sólo es inaceptable para mí, pero el grupo quiere escucharlo y debatirlo? Alguien dice: “ese tipo de situaciones son una oportunidad para trabajar las emociones que me generan determinadas posiciones”.
Vamos cerrando la sesión con un compromiso personal que se acaba convirtiendo en grupal. Vamos a probar, a hacer algún cambio, por pequeño que sea, necesitamos experimentar, dejar de echar balones fuera y comenzar a intentar hacer aquello que me puede situar en posiciones más transformadoras. Teníamos el seminario por delante para comenzar a hacerlo.