Artículo escrito por Pamela Gusqui Machado, estudiante del XX. Seminario de Desarrollo, Cooperación y Tecnologías para el Desarrollo Humano
A lo largo del tiempo, la sexualidad, la identidad sexual y áreas similares han sido objeto de discusión de argumentos a favor o de rechazo, de que es lo correcto o que es lo que va en contra del modelo implantado en la organización social basada en el fundamentalismo identitario.
Actualmente existe una amplia información sobre el universo de la sexualidad y sus diferentes matices, que se va ampliando cada vez más, a pesar de tener acceso a tanta información ¿Qué tanto sabemos sobre Diversidad Sexual y de Género (DSG)? Comenzamos con la base de que el sistema desde pequeños nos ha implementado la idea en nuestro cerebro en que existen hombres y mujeres, de género masculino y femenino, heterosexuales y como algo arriesgado y abiertos de mente se ha dicho que existen personas homosexuales, con dicha información, empecemos con preguntas “tan simples”, ¿Cómo te defines? ¿Qué es para ti diversidad? ¿Qué es sexualidad? ¿Qué es Diversidad Sexual de Género? Ahora que te las planteas ves que estas dudas que durante muchos años se han hecho muchas personas, su respuesta han sido basadas siguiendo un modelo dominante la “heterosexualidad” y un asunto binario.

Fernando Altamira menciona que la DSG, desde el marco de un modelo de Desarrollo dominante viene dado desde donde él llama la triada de la exclusión, que es neoliberal, etnocéntrico y heteronormativo. Con base en la heteronormatividad se rige un sistema que controla o que piensa que puede hacerlo, estableciendo lo que está bien o lo que está mal, determinando lo que queda fuera (extramuros) o dentro (intramuros) del sistema. Lo que pocos vemos es que esto no solo afecta a la comunidad LGTBI, o al tipo de sexualidad, identidad o género con el que te identifiques, pues este es un sistema que se le ha atribuido el derecho a ubicarte como pieza de un puzle que si no encajas en un determinado estereotipo te excluye. Cuando algo se escapa a las categorías se sexo, de género o de erotismo produce que exista rechazo, no aceptación de la sociedad, ataques homofóbicos o incluso una lucha interna en querer encajar en el estereotipo ideal. Añadido a esto se ha podido ver que este modelo binario ha incidido en la toma de decisiones de organizaciones, gobiernos, religión, ONG, y un amplio etcétera, lo que te hace pensar ¿realmente nos estamos planteando como sociedad un modelo alternativo al dominante?
Como una solución alternativa se plantea la interseccionalidad, la cual permitiría identificar la vida de aquellas personas que no se enmarcan en una línea y que no entran en un grupo identificado, con esto se busca que la diversidad y la no normatividad puedan interpretarse como un derecho a la diferencia y a la singularidad de cada ser humano, que las etiquetas sean necesarias para identificar a los grupos que existen, más no para enfrascarlos en un determinado modelo.
Puede no ser una tarea sencilla, ya que es revolucionar y evolucionar lógicas culturales que se han manejado y enraizado durante siglos, pero debemos ser el cambio que queremos ver, debemos ser parte de la cooperación transformadora no normativa, de una manera que no sea el modelo dominante quien marque el compás a bailar y entender que un aporte por más pequeño que sea, repercutirá en la sociedad. Aunque consideres que entras en el modelo dominante, o si estas en el margen, o que cumples con los estereotipos de la sociedad, o si eres LGTBI, es un trabajo que debe realizarse conjuntamente, el entender y transmitir que no todo es blanco o negro, no existe algo bueno o malo, y sobre todo que no es un tema binario, que en la Diversidad Sexual de Género, somos personas interseccionales con diferentes matices.