Seguimos adaptando nuestras actividades en tiempos de confinamiento, esta vez realizando el taller práctico Zuk Zeuk Egin de forma virtual. En esta situación la soberanía alimentaria es más imprescindible que nunca y, por ello, el jueves pasado contamos con un taller Zuk Zeuk Egin de la mano de Maitane Cabeza, activista por la Soberanía Alimentaria en Bizilur e impulsora del proyecto Koxinatu.
Antes de meter las manos en la masa, Nadia, de Barazkilo Agroekologico, y Vane, parte de Kidekoop, nos pusieron un poco en contexto sobre cómo podemos practicar la soberanía en tiempos de confinamiento. Nadia comenzó por explicar cómo con el cese de la actividad en el sector de hostelería o de los comedores escolares, el Gobierno Vasco prohibió a principios de abril la celebración de mercados y plazas donde muchas y muchos baserritarras comercializan sus productos. Esto desató la reacción de muchos sectores, no solo del agrario, sino que muchas organizaciones salieron a la defensa de la declaración Queremos los mercados abiertos, declaración que se redactó para presionar al Gobierno Vasco a la reapertura de esos mercados, ya que son un servicio público y, en estos momentos, completamente esencial.
Nadia nos hablaba de la parte positiva que extrae de todo esto, y es que en el momento en el que el sector baserritarra ha sufrido un ataque así, han sentido más que nunca el apoyo social. Por mucho que día a día sientan que su trabajo tiene sentido, en estos tiempos las baserritarras han percibido que todo el trabajo que realizan ha dado su fruto. La compra de cestas y de verduras ha aumentado en tiempos de confinamiento, y las alternativas de consumo han visto más que nunca la necesidad de articularse para que los alimentos lleguen a la gente. Después de todo, solo queda esperar que la gente siga con este modelo cuando termine la cuarentena, esperemos que sí.
Por su lado, Vane nos explicó varias alternativas de consumo en Bilbao. Comenzó hablándonos de Kidekoop, cooperativa de consumo que funciona a base de socias y en la que se puede adquirir todo tipo de productos: “La gente nos comenta: venimos aquí y nos olvidamos de la compra para toda la semana” contaba Vane. Y es que Kidekoop es una alternativa tanto para productoras como para consumidoras en la que son comercializados alimentos cercanos, de comercio justo y agroecológicos. También nos propuso Ganekoop en Rekalde o Labore en Santutxu (la más parecida a un supermercado). Además, Vane nos recordó que muchos grupos de consumo, por mucho que no tengan tienda física acercan los alimentos a ciertos puntos concretos, poniendo a nuestra disposición este tipo de productos en la ciudad.
Después de esta pequeña introducción, Maitane empezó a explicarnos lo que íbamos a cocinar. La soberanía alimentaria se tiene que dar también en la cocina, y es por ello que el menú se compuso de productos agroecológicos, locales, de temporada, de circuito corto, cultivados de manera sostenible y con condiciones justas para quienes los producen. Tuvimos la opción de cocinar cuatro platos de temporada: paté de remolacha y nueces, manjar de alcachofas, estupenda pasta primavera y carpaccio de kiwi. Para ello, Maitane nos explicó paso por paso cómo realizar las recetas.
El chat de la sesión no paró de sonar, y es que las cerca de 30 personas que acudieron a la sesión estuvieron más participativas que nunca. Además de preguntas sobre las recetas, compartimos trucos y consejos para no llorar con la cebolla, surgieron debates sobre si reutilizar o no el agua de la pasta o recordatorios sobre el peligro de la tinta de la remolacha: “¡si os descuidáis, os deja la casa fucsia!”, nos recordaba Maitane.
La idea del taller era también aprender a utilizar los productos de otra manera, en este poner la vida en el centro, es necesario tener un mundo rural vivo, tener a personas que se dedican a ello. Además de cambiar algunos hábitos de consumo, también aprendimos a perder un poco de miedo a los productos, a eliminar esas creencias limitantes de a mí no se me da bien la cocina. Maitane recalcó la importancia de poner creatividad en la cocina, cambiar ingredientes, improvisar… Toda esta creatividad pudimos verla al final de la sesión, cuando encendimos nuestras cámaras y nos preparamos para el selfie final, enseñando los platos que habíamos cocinado todas poniendo en práctica la soberanía alimentaria en tiempos de confinamiento.
Os dejamos aquí el vídeo de la sesión completa de #ZukZeukEgin, por si os perdisteis la sesión o por si queréis volver a ver las recetas!