¿Cuántas veces escuchamos teorías sobre el impacto educativo de determinadas prácticas pedagógicas? Relacionadas con la tecnología o no, continuamente nos llegan nuevos marcos sobre la idoneidad o no de impulsar determinados modelos educativos, sobre la llegada de una última metodología que lo va a cambiar todo, sobre lo equivocadas que estábamos por seguir ancladas a formatos anticuados. En la pasada Escuela de Activistas, junto a Pablo Garaizar, pudimos repasar algunas de las prácticas investigativas y pedagógicas que deberían hacernos activar las alarmas.
Cada vez que oigamos propuestas “que valen para todo”, mejor empecemos a sospechar. Está claro que el “que a mí me funcione” no quiere decir que esa idea se transforme en ley. Incluso cuando hablamos de investigaciones hay determinadas prácticas que no ayudan a sostener los hallazgos que nos ofrecen. Hay veces que las prácticas pedagógicas “funcionan” gracias a la motivación que le ponemos, y si no funcionan, ya habrá quien diga que “si lo hubiéramos hecho bien, sí hubiera funcionado ”. Hay veces que el “sesgo de atención” hace que no nos fijemos en lo que no nos gusta y otras, en las que no se pone en práctica el “doble ciego” para reducir el efecto de las expectativas. Un estudio no basta, es necesario hacer varios y con diferentes muestras. Y esto es algo fundamental para sostener cualquier evidencia.
Más allá de encorsetarnos en un método científico que no atienda a las limitaciones de la ciencia hegemónica, la propuesta es no desactivar el espíritu crítico ni siquiera ante las teorías que dicen aquello que nos gusta oir. Al asomarnos a las pedagogías alternativas, es común encontrarnos con un fuerte impulso a elementos como la creatividad, el pensamiento lateral… pero es imposible ser creativa si no tenemos cimientos como la lectura, la escucha o la memorización. Ni los “efectos Mozart”, ni los estilos de aprendizaje cuentan con evidencia suficiente y quizá nos estén haciendo perder un tiempo que podríamos estar dedicando a otras pedagogías con mayor profundidad transformadora. Para estar atentas.