Nuestro compañero del Seminario de este curso nos comparte su reflexión en torno a la sesión que Aradia impartió sobre los aportes de los feminismos a la economía.
Patricia Martínez y Delicia Aguado en la sesión online de hoy nos proponen la figura del iceberg para representar en su parte sumergida e invisible los cuidados y trabajos menos valorados y cuantificados que recaen mayoritariamente sobre las mujeres en el ámbito privado. En la parte superior del iceberg queda el espacio público masculinizado donde se hallan los trabajos más cualificados y reconocidos con mayor consideración social y remuneración económica.
Analizar cómo hemos llegado a la masculinización del espacio público es complejo. Una de las causas es el sistema sexo género en que vivimos, que nos prescribe comportamientos, roles y expectativas según el sexo que se nos asigna al nacer. Pero para analizar con ánimo de transformación esta situación en toda su complejidad necesitamos además un enfoque intererseccional. Principalmente la clase social, raza y el género conforman la identidad y posibilitan la dominación de unos grupos sobre otros en diferentes en múltiples contextos.
Hemos de tener en cuenta que muchas veces quien ostenta privilegios lo ha normalizado y le resulta difícil o no quiere reconocer opresiones que no padece. Es importante visibilizarlas en un contexto ayudándonos de la interseccionalidad.
Muy interesante también resulta el concepto del hombre económico que el sistema capitalista requiere listo para producir, sin considerar otros aspectos y circunstancias de su vida que considera improductivas tales como niñez, vejez, enfermedad, necesidad de descanso, cuidado de hijos, etc.
Respecto a las referencias que nos proponen, huyendo de consumir series, elijo la lectura de “El feminismo es para todo el mundo” de Bell Hooks (1952-2021), activista y escritora feminista estadounidense.