Fue una maravilla volver a retomar los cineforos en la compañía en la que lo hicimos. Empezamos de la mano de un video inspirador con varias intervenciones de Paulo Freire, nos motivó a seguir apostando por esa educación emancipadora capaz de transformar el contexto que rodea al estudiantado, al mundo. Me pregunto cómo sería abandonar la educación bancaria en la Escuela de Ingeniería donde tantos años pasé. Lo veo tan opuesto que quizá simplemente refleja hasta qué punto se nos moldea para encajar en el patrón “homoeconomicus”. Me pregunto cómo serían las clases si el profesorado comprendiera que su “voz no tendría sentido sin la del grupo”, cómo afectaría eso a la relación Universidad-Sociedad, si el agente implicado dejarían de ser las empresas para que lo fueran grupos de habitantes diversos. Me pregunto qué tecnologías inventaríamos si hubiéramos “adquirido libertad” a lo largo de esos años, si expresar la oportunidad implicaría ponernos al servicio de la comunidad…
Esther Ávalos (Centro Martin Luther King) en representación de las compañeras de Santa Marta y las mujeres que vinieron en representación de Trabajadoras no Domesticadas fueron muy generosas al compartir sus procesos. Antes de entrar en materia quisieron resaltar que a lo largo de los años ha habido una tendencia en nombre de la Educación Popular a utilizar metodologías sin objetivo crítico, o afianzar ideas como que el educador y el educando son lo mismo, o que en la búsqueda de eliminar las dinámicas de opresor-oprimido desaparecen también los niveles de poder y responsabilidad; quedando los procesos desprovistos de su carácter político. E identificaron la mercantilización de estas metodologías. Es por esto que nos invitaron a: (1) politizarlo todo, buscando elementos en común y asumir que romper con lo establecido implica transitar lugares de incomodidad; (2) aplicar el “sospechómetro”, cuestionarlo todo; (3) buscar la disputa, gestionar las emociones de las pequeñas rebeldías y acompañar esos procesos; (4) reapropiación de saberes, para el reconocerse y reconocer a las ancestras.
Éstas y otras guías fructificaron en procesos emancipatorios potentes, por ejemplo, en El Salvador, a través de procesos de educación popular se llegó a luchar por la tierra que se cultivaba, por la propiedad de la misma. Trabajadoras no Domesticadas en cambio, están inmersas en la elaboración del primer convenio colectivo para las trabajadoras internas, un colectivo muy precarizado y feminizado. Además ofrecen asesoría y acompañan a mujeres del sector. Pero sobre todo, una vez terminado su proceso emancipatorio donde participaron en una investigación, ofrecen formación .
Procesos arduos a la par de inspiradores, mucho que aplicar en ISF-MGI